La Ciudad de VILLA HAYES, Capital del Departamento de Presidente Hayes, está ubicada en la margen occidental del Río Paraguay. Es la Ciudad mayor y entrada principal al Gran Chaco Boreal Paraguayo, también conocida esta inmensa zona como Región Occidental. Villa Hayes ha experimentado un ponderable desarrollo urbanístico, creciente movimiento económico-comercial y un auspicioso potenciación del factor turístico y cultural. Este blog es para conocer virtualmente la Ciudad en todos sus aspectos. BIENVENIDOS A VILLA HAYES!!!

20151030

UNA CIUDAD ABRAZADA POR LAS ORILLAS

Es Villa Hayes, la puerta del árido y polvoriento chaco paraguayo, la inmensa región de mediana vegetación y siempre caluroso clima. Pero la Ciudad está ubicada en la zona denominada “bajo chaco” que es una región más bien húmeda, por los promedios de precipitaciones y por las dispersiones fluviales que dispone.


 El casco urbano de la Ciudad de Villa Hayes está rodeado de ríos. El villahayense siempre fue y es un habitante de orillas, convive con el agua, el poblador de Villa Hayes tiene en su retina el sol de la aurora reflejado en el río, o la luna blanca proyectada viboreando en el cauce. Los ríos constituyen un georecurso esencial en la dinámica existencial de la comunidad.

El principal curso hídrico es el río Paraguay, que es uno de los principales ríos de América del Sur, nace en Brasil, discurre brevemente por Bolivia, cruza Paraguay de punta a punta y es la principal arteria fluvial de la región, en especial, de Paraguay. Su cuenca, que tiene una superficie de 1.168.540 km², está entre las 20 mayores de la Tierra. Tiene una longitud total de 2625 km, que lo sitúan también entre los 40 ríos más largos del mundo. Al topar con la Ciudad, en el lado occidental del río Paraguay, éste forma un recodo y se ensancha, dando magnificencia a su cauce.

En el lado Norte de la Ciudad, se encuentra el río Verde, que desemboca en el cauce hídrico principal que es el río Paraguay. El río Verde tiene una longitud total de 275 kms. adentrando en el corazón del Chaco Boreal paraguayo, sin mucha profundida, ni anchura, contituye un afluente de exquisita y abundante biodiversidad en todo su trayecto. Sus aguas es de un color oscuro hasta verdoso, por la interacción con la flora y no es apto para consumo humano.

Al Sur, está el zigzageante río Confuso, con desembocadura en el río Paraguay, formándose así juntos a los ríos Paraguay y Verde, una forma de “U” hídrico, envolviendo la Ciudad. El naciente del río Confuso se encuentra en el estero Patiño y tiene un recorrido de aproximadamente 150 kilómetros, y no es navegable por embarcaciones medianas ni grandes.

Estos ríos anualmente se desborda, creando humedales temporales, que constituyen el riego natural de las zonas afectadas. Dando vida a la flora y fauna de gran parte del bajo chaco paraguayo.

20150414

CALLE VILLAHAYENSE, LA PRIMERA EMPEDRADA DEL PAÍS



 La primera ciudad de nuestro país que tuvo calles empedradas fue Villa Hayes, en la época en que se llamaba Villa Occidental. Allá hacia 1872 se construyó el pavimento pétreo que subía desde la orilla del río hacia la ciudad, en la calle aledaña al edificio de la actual Gobernación, del lado norte. 

El mencionado pavimento pétreo fue un ensayo para la construcción de empedrados en la Capital del país, Asunción. Las piedras utilizadas procedían de la entonces recién explotada cantera del cerro Tacumbú, distante unos 40 km. de la ciudad de Villa Hayes, y llegaron dichas piedras a la comunidad a través del río Paraguay. De la mencionada cantera se extraía el basalto negro que era llevado en «zorras» o vagones de una línea de tranvías de tracción a sangre hasta el puerto y de ahí se embarcaba por vía fluvial hasta la ciudad de Villa Hayes, donde se realizó el empedrado de la calle mucho antes que se hiciera en la capital del país. 


En la actualidad esa obra pétrea ya no existe, desapareció por los efectos de la naturaleza, de las crecidas anuales del río, que llegaban a esa calle e iban erosionando y desprendiendo de a poco las rocas, a esto se agrega el accionar del hombre que en los últimos tiempos cubrieron el empedrado con asfalto, destruyendo definitivamente la obra histórica.